lunes, 18 de abril de 2011

DUATHLON AOIZ - JAVIER



Por las sonrosadas mejillas de la niña rodaron lágrimas saladas. Miraba a su padre con la ternura de una criatura que no entiende, apenada y sin consuelo. Tenía que quedarse a dormir una casa conocida pero extraña por no ser la suya.
- Pero ¿Porque te vas, papa?
- Cariño, papa tiene que ir a COMPETIR.

Fotos