La predicción no era buena pero a pesar de todo nos aventuramos a subir a Mendaur por dos motivos. Primero por ir respetando el calendario. Siendo finales de Febrero si aplazábamos la excursión era fácil que se montasen las salidas. Los siguientes fines de semana son la javieradas y eso siempre resta asistencia. Y segundo la afluencia fue masiva. 23 personas pese a las inclemencias meteorológicas. Así que teníamos que intentar subir. El tiempo fue como anunciaban malo pero la temperatura agradable y sabiendo que la marcha no era larga insistimos por las herbosas laderas hasta alcanzar un paso entre dos rocas que ya nos dejó en las escaleras que dan a la ermita que corona la cima. Éxito total. Eso si tendremos que repetir pues nosotros no vimos nada y lo mismo podíamos estar en la cima del mendaur o en la del monte Sinaí. En cualquier momento podía aparecer Dios de entre las nieblas con las tablas de los diez mandamientos del montanero.
El primero seguirás las marcas del camino sobre todas las cosas. (Sobre todo con niebla)
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